viernes, octubre 09, 2009

Sembrando generaciones de desarrollo



En la búsqueda de nuevas alternativas de solución al déficit de saneamiento
Desde hace décadas, en la localidad andina de Matapuquio en el departamento de Apurímac, los pobladores desempeñan actividades típicas del área rural, esto es, realizan labores agrícolas y de ganadería, las mujeres se dedican al hogar y al cuidado de los niños, se extiende una feria local los fines de semana para la venta o trueque de productos, las casas hechas de adobe y techo de paja se distribuyen alternadamente por la elevada y zigzag ante topografía y las vías de transporte se asientan sobre tierra árida.
Los elementales derechos a la educación, salud y agua son atendidas escasamente por la autoridad gubernamental y local. Hay un colegio de educación primaria y secundaria, una posta médica, energía eléctrica y el servicio de agua potable que consta de conexiones por entre la topografía irregular de este centro poblado. Aún así, con estos niveles de relativo bienestar, se carece del servicio de desagüe, como reemplazo, se dispone de un silo en cada unidad familiar.
Esta realidad se asemeja a la de muchos pueblos en el interior del país. Por ello, vale mencionar que las obras de ingeniería y construcción en estas localidades son altamente consideradas como un magnífico aporte al desarrollo de la comunidad, además de ser muy solicitadas y aplaudidas.
En comparación, nuestra ciudad capital, que goza desde mucho tiempo atrás de los servicios de desagüe y alcantarillado, enfrenta la necesidad de re direccionar y habilitar un moderno sistema de saneamiento de acuerdo a las exigencias de la saturada metrópoli, sobre poblada por más de ocho millones de habitantes, específicamente.