Oswaldo Hidalgo, director de Vistony reveló su principal motivación
El líder de la empresa de lubricantes Vistony, Oswaldo Hidalgo compartió los eficaces ingredientes de su receta de éxito con el público asistente de la Caravana de Perú Emprendedor, realizada el 27 de abril último en el Palacio de la Juventud en Los Olivos, evento organizada por Nano Guerra García, director de la publicación Somos Empresa y promotor de pymes emprendedoras.
En efecto, ejemplo de peruano emprendedor e incansable, Oswaldo Hidalgo dejo bien sentadas las bases para iniciar una empresa y no sucumbir en su ejecución y puesta en marcha.
Así, mencionó que todo peruano emprendedor tiene la permanente idea y necesidad de hacer empresa, esa es la principal y primera motivación. Tal como lo afirmara, al decir que desde los 8 años estaba decidido a dedicarse a otras labores diferentes al cultivo de tierras y chacras, actividad que realizaban sus progenitores.
A su llegada a Lima, a los 15 años, tuvo varios empleos como dependiente y también como independiente. Primero como guardián de una empresa de muebles y luego como almacenero y así sucesivamente, para después dedicarse a ser vendedor de diferentes productos, desde libros hasta textiles.
Así empezó una pequeña empresa de confección de prendas y luego uniformes, la misma que sirvió de base para incursionar en su negocio estrella, el de la fabricación de lubricantes Vistony.
Hoy en día Vistony atiende a una importante porción del mercado de lubricantes, con un porcentaje significativo: 6%, el mismo mercado que es abastecido por poderosas transnacionales, tales como Shell, Texaco, etc.
Oswaldo Hidalgo declara: el hombre que quiere progresar tiene que decidirse, organizarse, y posteriormente reafirma: como la necesidad es permanente, el secreto para ser empresario es tomar una decisión y, consecuentemente, esa decisión tiene que ser a largo plazo, en este caso, no se puede decir hoy comienzo y terminó mañana.
El trabajo, el sacrificio y el esfuerzo hacen que la empresa sea realidad. Es importante también ser austero, no se puede gastar todo lo que se tiene al alcance, de este modo, el empresario que quiere iniciar algo tiene que ser austero, menciona Hidalgo.
Y para sus trabajadores, el destacado líder emprendedor comenta que utiliza la siguiente filosofía, así les dice: utilicen la empresa como trampolín, aseveración que se puede aplicar a todos aquellos dependientes que llevan en sí un espíritu emprendedor, y desean en algún momento gestionar su propia empresa.
Para hacer realidad su propia empresa, Hidalgo explica que él tiene mucha imaginación, y esta es una especial habilidad que ha de tener todo aquel que quiera hacer empresa. Es importante tener imaginación, aconseja.
Seguidamente, señala: al ver los problemas que tenemos acá nosotros podemos tener imaginación para hacer otra empresa.
Sus palabras manifiestan la visión crítica que hace de nuestra sociedad: "Lamentablemente hasta ahora no hay cultura empresarial. El gobierno, el parlamento viven del sustento del erario nacional, no tienen imaginación”.
El líder de la empresa de lubricantes Vistony, Oswaldo Hidalgo compartió los eficaces ingredientes de su receta de éxito con el público asistente de la Caravana de Perú Emprendedor, realizada el 27 de abril último en el Palacio de la Juventud en Los Olivos, evento organizada por Nano Guerra García, director de la publicación Somos Empresa y promotor de pymes emprendedoras.
En efecto, ejemplo de peruano emprendedor e incansable, Oswaldo Hidalgo dejo bien sentadas las bases para iniciar una empresa y no sucumbir en su ejecución y puesta en marcha.
Así, mencionó que todo peruano emprendedor tiene la permanente idea y necesidad de hacer empresa, esa es la principal y primera motivación. Tal como lo afirmara, al decir que desde los 8 años estaba decidido a dedicarse a otras labores diferentes al cultivo de tierras y chacras, actividad que realizaban sus progenitores.
A su llegada a Lima, a los 15 años, tuvo varios empleos como dependiente y también como independiente. Primero como guardián de una empresa de muebles y luego como almacenero y así sucesivamente, para después dedicarse a ser vendedor de diferentes productos, desde libros hasta textiles.
Así empezó una pequeña empresa de confección de prendas y luego uniformes, la misma que sirvió de base para incursionar en su negocio estrella, el de la fabricación de lubricantes Vistony.
Hoy en día Vistony atiende a una importante porción del mercado de lubricantes, con un porcentaje significativo: 6%, el mismo mercado que es abastecido por poderosas transnacionales, tales como Shell, Texaco, etc.
Oswaldo Hidalgo declara: el hombre que quiere progresar tiene que decidirse, organizarse, y posteriormente reafirma: como la necesidad es permanente, el secreto para ser empresario es tomar una decisión y, consecuentemente, esa decisión tiene que ser a largo plazo, en este caso, no se puede decir hoy comienzo y terminó mañana.
El trabajo, el sacrificio y el esfuerzo hacen que la empresa sea realidad. Es importante también ser austero, no se puede gastar todo lo que se tiene al alcance, de este modo, el empresario que quiere iniciar algo tiene que ser austero, menciona Hidalgo.
Y para sus trabajadores, el destacado líder emprendedor comenta que utiliza la siguiente filosofía, así les dice: utilicen la empresa como trampolín, aseveración que se puede aplicar a todos aquellos dependientes que llevan en sí un espíritu emprendedor, y desean en algún momento gestionar su propia empresa.
Para hacer realidad su propia empresa, Hidalgo explica que él tiene mucha imaginación, y esta es una especial habilidad que ha de tener todo aquel que quiera hacer empresa. Es importante tener imaginación, aconseja.
Seguidamente, señala: al ver los problemas que tenemos acá nosotros podemos tener imaginación para hacer otra empresa.
Sus palabras manifiestan la visión crítica que hace de nuestra sociedad: "Lamentablemente hasta ahora no hay cultura empresarial. El gobierno, el parlamento viven del sustento del erario nacional, no tienen imaginación”.